miércoles, 12 de febrero de 2014

Pongámonos en marcha, caminemos...

La clase del miércoles 12 de febrero, fue de lo más interesante y especial. Carles, nuestro profesor, nos mandó la semana pasada la tarea de leer el texto de pongámonos en marcha de Jan Masschelein, y para ser sinceros, a todos nos pareció una idea algo aburrida. La tarea no era tan solo leerlo, sino también sacar un fragmento o algunas frases que nos hubieran llamado la atención y nos sugirieran algo. Con esto la tarea se volvía aún un poco más pesada y sumándole que el texto cuando lo empiezas a leer se entiende poco y lo justo... Sin embargo, en la clase, todos con el texto leído y la frase o fragmento elegido (como buenos estudiantes), comenzamos a expresar uno por uno nuestra idea sobre el texto y que nos había hecho pensar y reflexionar sobre él.
El texto, habla sobre la diferencia entre caminar y volar, algo relacionado con el tema educación si comienzas a entender el texto. El autor cita a un autor, Walter Benjamin, el cual diferencia en que caminar nos llena de aprendizaje, nos permite experimentar, equivocarnos y aprender del error, nos enseña a observar y analizar los pequeños detalles que se esconden en la vida, y que quizás tengan mucha más importancia de la que solemos darles. La compara también con la tarea de copiar un libro, y no solo leerlo. Caminar nos enseña que, debemos de dejar de mirar más allá de lo que creemos ver y comprender lo evidente, lo que es y está, pero siempre contando con la posibilidad de enriquecernos de diversas perspectivas y estando atentos de lo que pasa en el mundo, y estar abiertos a él con una predisposición crítica pero receptiva. Solo hasta que no nos paramos a observar y analizar las cosas de la realidad, no conseguimos ser críticos a fin de poder transformarla. Sin embargo, antes que nada, tenemos que "liberarnos", desprendernos de los juicios previos que tengamos sobre algo y valorar desde cero. Para ser críticos ante la realidad debemos de estar libres de expectativas y falsas creencias que nos limitan, ya que a la hora de experimentar la realidad nos encontramos con algo totalmente distinto a nuestros esquemas.
Asimismo, volar nos remite a la idea de pasar de largo ante los problemas, no implicarse y buscar transformaciones, estar de manera pasiva sin ni siquiera entender el sentido ni ser capaz de comprender distintos puntos de vista. Volar es no saber, no detenerse a observar ni reflexionar de lo que se ve.
Todo esto, nos acerca a el término de la educación, de la investigación educativa.  Ésta nos hace abrir los ojos, nos hace ver lo evidente. Nos abre la mente y permite la experimentación para cambiar y transformar el mundo. Nos ayuda a implicarnos en él, a solucionar y luchar ante los problemas. No se trata de volar, ver el problema y olvidarlo; se trata de caminar, involucrarse hasta el final.
Sin embargo, el mundo se puede presentar de diversas maneras, según quién y cómo lo mire y lo cierto es que no existe una única realidad y siempre existirán diferentes puntos de vista y perspectivas que hagan la diversidad.
Después de esta pequeña reflexión de toda la clase, creo que quedamos bastante satisfechos y nos ha hecho crecer un poquito más como profesionales, interiorizando y valorando esta clase, que bajo mi punto de vista, ha sido bastante productiva.
Paula González Martínez

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